domingo, febrero 05, 2023

Venganza

 Arde la orilla proscrita de la tarde.

Incide en la almena derruida:
queman sus ruinas
las murallas.

Arde el frío y se hace humo
desde todas las bocas,
brilla su escarcha como recién incinerada,
grita su fuego interno crepitando desde el hielo.

Arde la quietud aplastante de las cosas,
el cúmulo inservible de las horas
prendidas por fricción de los minutos.

Vuelca el cielo su inmisericorde
llamarada,
su ojo de universo incandescente
encendiendo la herida de mañana:

Que volvieras con tus dedos a mi espalda
quise aquellos días que -ahora sé- 
nunca existieron para ningún retorno.
Heme aquí, siendo infiel al tiempo,
engañándolo con otro tiempo expulsado del olvido.
Quise, también, sacrificarte en esta cruz
pero solo fueron nieblas inútiles mis clavos.

De los versos arranca mi venganza:
mi sombra apostada en tus grietas
para asaltarte cuando algún día me pienses
y, entonces, yo me tome la caricia por mi mano.



4 comentarios:

  1. Dulce venganza. Hermosas caricias como versos. Abrazos fe Ybris

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  2. Un abrazo largo para ti, amigo mío. Gracias!!

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  3. Resistir, permanecer encarada al viento, es ya una digna venganza. Y cómo sigues manteniendo tanta belleza a través del tiempo, a pesar del tiempo, también.

    Un abrazo muy fuerte lleno de inmutable cariño y hermandad.


    Cecilia

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    1. Mi amada Cecilia. Aquí seguimos, contra viento y marea, o a su pesar, o siendo su cómplice. Cómo celebro tu palabra, cómo te celebro aquí dentro. Te quiero por siempre. Y este abrazo.

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