lunes, septiembre 12, 2022

Palabras

 A veces, 

la palabra solo es un fracaso. Pero,

a veces,

es sílex donde percute su disparo

la agonía del silencio.

Sí, palabras como látigos,

despellejando vacíos,

escarnio a la mediocridad,

palabras con consecuencias.

Palabras que me detienen 

en los incendios que me provoco, 

porque quiero mi luz ahí,

donde el tiempo está vivo todavía.

Arder, solo arder en mí

y dar al humo lo que es del humo.


Sé dónde están mis grietas,

pero mis palabras son el kintsugi

que me restañan la posibilidad.


No quiero encontrar una cura

para el vértigo.

Quiero sentir el delicado hilo de la vida

en mi palabra-precipicio,

a punto, siempre, de dar hacia tus brazos

un paso al frente.

Y, después, morir de ese instante,

de esa pasión a bocajarro.






2 comentarios:

  1. Del vacío a la palabra asentada sobre el sílex de un recuerdo que aún nos sostiene en lo vivido. Gracias por seguir. Un abrazo fuerte.

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  2. Mucho más fuerte el mío. Gracias también por seguir(me).

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