Miro el tiempo por fin herido
por este puñal que sólo el deseo
clava en la córnea de las horas.
Suelo ser entonces translúcida.
Me atraviesan los haces
escapados de tus ojos
como guerreros escudados
en la luz de la palabra.
Soy lisa y esparcida
en esta indefensión de los músculos,
ahora errantes
sobre el poema que te mana
cuando has abolido el mar
e instaurado tus incendios.
uffff bravooo. Precioso poema. Voy descubriendote....
ResponderEliminarCariños.
Desde el corazón de América del Sur
genial que las palabras, en ti,logren hacer mella en el tiempo, ese tiempo que a otros (a mí)nos pasa por encima o de lado o de costado o de espaldas o no sé por donde pero por ahi estará pasando... Te leo después de mucho tiempo y en un estado que tampoco sé si es estado porque he estado... en fin..., Las palabras, Eva, las palabras. Si volvieran los dragones, y no solo este vaso y este humo y esta nada, tan cerca y tan lejos... Si tan solo aparecieran más mentiras... Gracias por las tuyas. P.
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