jueves, julio 19, 2007

Dónde está la atmósfera de respirar
tus versos,
dónde tus palabras como bocas
y oídos de viajarte.

Qué dicen ahora estos silencios
sino nombres de los huecos
que deja la luz cuando me huye.

Dónde pongo este tiempo despoblado
sino en la vasta espesura de la ausencia.

La noche es una autopsia a cielo abierto
y yo su cadáver vacío.

Ahora tu lejanía
está a solas con mi alma.

1 comentario:

  1. He llegado a tu blog por la letra de "Untados" de Aterciopelados, era una entrada de septiembre de 2005.
    Al ver las fechas me es imposible no evocar mi estado por los sucesos acontecidos, microsucesos que sólo afectan a un número muy reducido de personas pero que tienen la facultad de ahormar un mundo, mi mundo, y también aumentan el grado de empatía al reconocerse el dolor: hay muchos tipos de adioses y distancias, muchos tipos de nostalgias y melancolías, pero creo que todos ellos causan el mismo tipo de dolor.

    Las casualidades consiguen alzarnos por un instante que suele ser breve, nos reconvierten en nosotros cuando creíamos ser unos advenedizos y nos demuestran que aún era posible salir del yo para compartir un vital nosotros. Y si alguna vez ha sucedido así no tiene por qué no repetirse. Ése es mi credo en este tiempo en el que, como tú, me pregunto donde ha quedado la atmósfera compartida enmarañada en versos, en respiraciones, en tactos, en deseos o solamente en sueños y la respuesta es tan sencilla como aparentemente inútil: donde no habita el olvido.

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