martes, octubre 17, 2006


Cómo sorprender a la pereza
de ser
cuando no logro ser poema,
incisivo en la punta de la sábana,
boca dibujada en la paleta de los sueños,
paso que no pongo en ningún trayecto.

Cómo terminar de ser
lo que no espero ser nunca,
cómo acabarlo sin que sea inexistencia.

Cómo puedo mantener
lo que deseo
a flote sobre la nada;
cómo salvarlo de morir
desde su nunca.

De qué servirán estas locas
palabras paridas a deshora,
este fin impaciente, sílaba a sílaba, demorado.

Para qué este puente de esperanza
engullido por su río de tristezas.

3 comentarios:

  1. ¿Ni palabras ni puente? ¿Habrá un tercer camino?

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  2. Haberlo, haylo. Lo malo es que suele ser el último.

    Me he entusiasmado con tu blog. Quisiera "linkarlo", con tu permiso.

    Un abrazo y gracias.

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  3. Hola, Luzamarga, enhorabuena por tu última inspiración. Yo estoy contenta de haberte encontrado en este cículo literario que se expande, como en la vida real.
    ¿No sería mejor diseminar la cicatrices que ya están pasadas, las del olvido, allá donde habiten, lejos?
    Entrar en tu blog es para mí recuperar mis palabras de siempre, aunnue ahora ande más en el mundo periodístico -mi blog habla de ello-. Un placer, de verdad. Yo también te he ¿cómo? linkeado...menuda palabreja (no puedo evitar siempre que la enuncio añadirle la valoración. Enganches del lenguaje).
    Besos y gracias

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