Sabía que la noche sonaba
como intestinos constrictores
digiriendo la necrosis del corazón.
Ahora suena a magma de arterias,
a géiser de médula,
a látigo de palabras en el aire.
Sabía que ausencia
era el cristal astillado
de la nada.
Ahora es, además,
el alma disolviéndose
en la densidad absoluta
de tu todo.
Dime, ¿qué fui cuando no me amabas?
(The Secret Garden. Adagio)
No hay comentarios:
Publicar un comentario