He descrito las sombras
con cada uno de los colores que no tiene.
Y eso no me impide descubrirles
cada día un nuevo matiz.
Me exprimo el alma para que supure
el jugo poético que me quede
en las heridas enquistadas,
como quien se aprieta los ojos
para ver estrellas.
También sé que, cuando más callada estoy,
es que estoy hablando por las espinas.
A este pulso inmisericorde que me late
le laceran las pérdidas del mundo,
el fracaso de los libros,
la mentira inmaculada de los dioses,
el hambre enterrada con sus muertos
bajo el olvido más atroz.
Y escupo letras como si la amargura
pudiera brillar con luz propia.
¿Ves por qué amo tu rareza?
Me instalo en ella para
desintoxicarme de la mía.
La espina (vegetal) es una forma de hoja especializada: por un lado disminuye la transpiración de la planta y por otro es una defensa contra ciertos depredadores.
ResponderEliminarPero no hay que olvidar que "el corazón es una cazador solitario".
Un beso.
Mis espinas no son más que medidas disuasorias y, generalmente, con las que se previene mi propio corazón.
ResponderEliminarUn beso nada preventivo.
Me encanta el asidero de la última estrofa. Bien
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