Tenemos dos cuerpos
y un abismo.
Si al sumatorio de las pieles
le adherimos alas;
al aliento que exhala la sed,
humedad;
y a la soledad covalente, memoria.
Si, además, los deseos urdidos
tienden a infinito,
¿qué probabilidad existe
entre ellos de extender
una red de nervios conectivos?.
Nota: el frío y la distancia son constantes.
Pero, bah, la teoría casi nunca sirve de mucho para esta praxis. Como decía alguien que ahora no recuerdo: "Dada las premisas de las que partimos, todo sucederá exactamente como le dé la gana"..
ResponderEliminar:D
Al fin yo lo único que hago (como siempre) es jugar con las palabras para no llamarle "perra judía" a la vida.
Beso aplicado a ti :P
Juer, pues si así fuera....¿dónde coño está el libro de reclamaciones estelar?.., pa meterle un puro al escritor, vamos.
ResponderEliminarXD
Buen finde, cielo.
yo de geografia no entiendo O_o
ResponderEliminarYo tampoco. Sé amar por encima de las fronteras. Por eso los mapas nunca me sirvieron.
ResponderEliminarSiempre me han gustado las matématicas, estas podrían llegar a apasionarme.
ResponderEliminarLa verdad que a mí también me gustaron siempre (qué notazas, oiga¡¡ XD). No es que se puedan aplicar a según qué cosas, ¿o sí?...
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