sábado, mayo 24, 2008

Omnia mea mecum porto

A punto estoy.

Puedes llamarme sin previo aviso.


Saldré con toda
la ausencia que enraizó
con unas manos de selva
dentro de mi pecho.

Me llevo los bordes ajados
de todos los crespúsculos,
la verdad de su belleza solitaria
cuando los ojos son el horizonte.

De sed de pozo sin fondo
es el hueco que me nutre
de versos
para un más allá de mi voz;
y con mi palabra maltrecha,
la que hiere el folio.

Voy entera,
con todo lo que soy
aunque nunca sea la suma
de las partes en las que me rompo.

Y también
con todo lo que no soy,
por si -a fin de cuentas-
fuera lo que más me significa.

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