Llego hasta aquí
con todo mi deseo,
con ese que no entiende
dónde está el espacio
ni el para qué del tiempo.
No encuentro tu palabra de la noche,
ningún verso en el que volcarme,
nada que ponerme en el recuerdo.
Me voy con mis manos abiertas
como ánforas, vacías,
perfectas alfareras del silencio.
Sabes cómo te entiendo, ¿verdad?. Sí creo que lo sabes muy bien.
ResponderEliminarComo sabes que yo también te quiero así. Muchos besos, Zidia.
Me gusta eso: "Perfectas alfareras del silencio". Es lindo, Eva.
ResponderEliminarEl deseo se convierte en voz, y de repente se rompe el ánfora... llena de tiempo pasado. Ése es mi deseo para ti. Besos
ResponderEliminarGracias, Percy.
ResponderEliminarUn beso anarajando.
Estallar, estallarse...y salir desde el barro hacia el aire.
ResponderEliminarGracias, Pilar.
Más besos