domingo, noviembre 12, 2006

El otoño hoy respiró
con aliento de verano.

Hizo pájaros de agua
y el viento llovió.

Levantó la luz de entre las piedras.

Ardió la lentitud del horizonte,
su paz de fuego tranquilo.

No acierto a decir nada
cuando la belleza duele tanto
que se puede escuchar.

Entiendo que la vida es el lugar más precioso para morir.

1 comentario:

  1. Eh?...qué libro?...los únicos que conozco son los que habitan por cualquier sitio de mi casa.... :)

    El calor de tus abrazos y tu palabra también me los procuro.

    Cuídate mucho, linda. Y muchísimos besos.

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