El otoño hoy respiró
con aliento de verano.
Hizo pájaros de agua
y el viento llovió.
Levantó la luz de entre las piedras.
Ardió la lentitud del horizonte,
su paz de fuego tranquilo.
No acierto a decir nada
cuando la belleza duele tanto
que se puede escuchar.
Entiendo que la vida es el lugar más precioso para morir.
Eh?...qué libro?...los únicos que conozco son los que habitan por cualquier sitio de mi casa.... :)
ResponderEliminarEl calor de tus abrazos y tu palabra también me los procuro.
Cuídate mucho, linda. Y muchísimos besos.