Quizás encuentre lucidez,
ardor de subsistencia,
caminos improvisados,
techos sin sombras,
solvencia para re-existir.
Allí, la certeza tal vez resida
en el pan sobre la mesa,
en la sed de la tierra,
y esté tan próxima
como el instante siguiente
en que yo también sea cierta.
Quizás todo sea deriva voluntaria,
rodar aliándome con el talud
con la fiereza aplastante de lo simple.
Sé que allí seré
más que palabra prometida,
más que posos precipitados,
mucho más que algo entre la nada;
pero también sé que sin ti
tendré el alma de cartón.
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ResponderEliminara veces basta con que sea distinto... ya con eso el alma se regenera
ResponderEliminarNo te preocupes por mi regeneración, no tengo remedio.
ResponderEliminarNo busques remedios, el cartón es un mero sucedáneo de ti, que eres grande.
ResponderEliminarCaray, gracias, Pilar. Contigo da gusto existir y re-existir.
ResponderEliminarBeso grande