domingo, febrero 18, 2007

No han desaparecido.
A flote siguen los restos
de la búsqueda naufragada en pos
de una tierra inexistente.

Lo inverosímil
sigue siendo la elección de las venas.

Cuánta torpeza
en los pasos empeñados
en la lejanía.

Me he rodeado de muros
y sigo escapando por lo invisible.

Hice barro con la piel
que te piensa
pero la humedad del recuerdo
nunca fragua mi estatua.

He aquí:
tanto olvido para nada.

2 comentarios:

  1. Y si no seguir el sendero de las venas, al menos llorarlo.

    Déjame que me acurruque a tu lado,
    sé que no nos hacen falta las preguntas.


    Besos, tantos besos.

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  2. Será inevitable escapar por lo invisible de que lo es también. No hay muros materiales capaces de enecerrar-nos (¡los de las cárceles son tan fáciles de escalar!)

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