martes, noviembre 09, 2010

Suspensa

Ya nunca podré mejorar
en amarte,
nunca más ascendida
al cielo terrenal de tus abrazos,
nada ya de doctorarme
en todos sus puntos de tangencia.

A qué aspirará ahora la química salival
de tus emociones sobre mi lengua
sino a disolver el cielo imposible de mi boca,
hasta que degrade todas las palabras de pronunciarte.

Pero no he de quedarme sin nada:
para cuando todo nos arrase,
estoy aprendiendo a desnudar tu nombre.

 Después de todo, siempre se me dio mejor
construirte desde el aire.

Sí, eso es:
quedo suspendida eternamente.




viernes, octubre 22, 2010

Petición simple-III

Quiero que termine ya
el tiempo de las estatuas,
que las vetas de sangre
de este mármol
avancen más allá de su materia,
tiñan el silencio de vida caliente.

Que deshiele la quietud inadvertida
y gotee caústica el movimiento del abrazo,
que caiga sobre mis senos
-ahí es donde antes me transparento-
para que puedas ver
que escondo dentro
pájaros llenos de cielo.




jueves, octubre 21, 2010

Corolario-XXV

No sólo por encontrarla,
también porque sé 
que hay vida hasta en el polvo,
cuando siento  que he perdido el alma,
me pongo a barrer desiertos.

viernes, septiembre 24, 2010

No tardaré

Qué tarde me resulta todo.
Sin embargo, nada transcurre,
el tiempo no es nada
hasta que no ha pasado.

Quizás porque no voy a ninguna parte.
Quizás porque es todo cuanto pasa.


Sólo la palabra me urge en su dictamen:

“No tardarás”.






Escribo para darle a mis ojos palabras
cuando miran,
para que puedan pronunciar atardeceres.

Escribo para que la vida me suene por dentro.

A veces, sólo para proyectar
la intranscendencia de mi instante.

Y apostillo cicatrices porque no saben
hablar si no es al tacto.

No dejo de saberme como el verso feliz que no logro
pero me sé viva cuando escribo
sobre las manos de alguien escribiéndome un
“no tardes”.


[Gracias,Ybris, por tanto siempre]




martes, septiembre 21, 2010

Palabras a pie de tumba

Dejaste decantarse al silencio.

Aquí tienes su quietud fría
y perpetua.


Ahora sólo eres abandono petrificado.

Te queda sentir sobre ti el camino
que, al arrastrarse,
vaya dejando el olvido cuando aceche.

jueves, junio 03, 2010

Hay estruendo de ruinas
en el olvido.

Absurda,
me refugio bajo el arco
de tus brazos,
ese para el que no tengo la clave.


“Hágase la voluntad del silencio”,
rezo,
mientras aprieto un poco más
el cilicio en mi corazón.

lunes, mayo 03, 2010

Corolario XXIV



El amor se cerró de golpe.


Oxidó después 
con silencio sus goznes,
pero dejó en el aire el portazo
eternamente suspendido.

sábado, marzo 20, 2010

Re-vivida

La espera,
como esta lluvia,
se ha vuelto indistinguible,
agua sobre agua.

La caricia ha mordido
la mano que la alimenta.

El deseo muda la piel
y me abandona junto a mi grito
de lienzo en blanco.

Ahora la noche,
inservible,
viene a morir a mis pies.

Todo me da por olvidada.

Pero sigo estando hecha
de lo que he vivido,
porque aún palpito
bajo estas palabras
con este latir ganado a pulso,
el que le echo al silencio
con el disciplinado músculo de mi memoria.





On the nature of Daylight. Max Richter

martes, febrero 02, 2010

Contigüidad

Puedo hacerte entero
de tu nada.


De esa nada que aún nos debe
nuestra parte.
Sé hacerte inmediato desde

tu no ser,

realizarte con la avaricia

de los dedos,
destilarte de extractos de memoria.



Pero esta noche estoy cansada.


No alcanzo a entregarte
a lo invisible,
a darle forma a lo no cumplido.

Bastaría que me hicieras
apenas un hueco
al fondo de tu boca,
pero un hueco impreciso,
y sináptico.


Mejor si la vida de mis manos
te detecta.

Esta noche necesito
algo contig(u)o.



(Long past gone. Jami Sieber)

miércoles, enero 20, 2010

Esas largas noches con el alma y otros indefinibles.





I



Mi alma elige su propia sociedad,
y, cerradas las puertas,
la noche accede a concederme
ausencias.



Tanto hay ya de ti en mí
cuando es la tuya
que duplico tu presencia.

II


Esta emoción lenta,
este asombro dilatado,
ternura que se posa sobre el tiempo
y se apropia de la luz.


Soy la poesía en la que
te transcribo,
en la que te sucedo.


Así te indago,
y me averiguo.




(Tell it by heart. Jami Sieber)


III


Tengo un sueño recurrente:
mis pechos rezuman vino.

Me acerco y te digo:
amamántate hasta que encuentres
las raíces de las uvas.

Cuando despierto,
la soledad atraviesa mi costado
con el lado afilado de los sueños
para que mane agua sola.


IV

No tengo mañana conocido.

Incluso, a veces,
sólo necesito un par de cosas:

Una voz para el eco exclusivo
del silencio de los túneles,
y una penumbra cualquiera.

Pero una penumbra
que lama mi alma
con un amor inútil,
verdadero,
como el de una pantera
a su cachorro muerto.


V

Amor torpe el mío
que no aprende a transcurrir
sin preguntas
en mitad de la tristeza
de otro abrazo sin destino.

La gramática de mis respuestas
se enturbia
cuando ha de nombrar
lo que se va a donde jamás se vuelve.