domingo, octubre 25, 2009

Otoño

Ya veo en las hojas

-que caen escribiendo el roce leve
de aire acariciado
por su único salto,
lánguido, dilatado-

el futuro crujido ocre
de mis pasos.

Pero entiendo ahora el bosque,
por fin desmenuzado,
los árboles transcritos.

La luz se humedece,
mi alma estrena escalofrío.

Ya lo ves, amor,
apenas ha llegado
y ya brotan de mi pecho
pájaros que huyen.

Aún no sabe el otoño
qué va a ser de ti
y ya viene diciendo
lo que va a hacer de mí.






La Serenissima-Loreena Mckennitt.

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