domingo, octubre 28, 2007

Extravío

Mis manos, alguna vez,
tuvieron un oculto rumor
de palomas.

Fui sonora como un río
y la palabra era húmedamente
mía.

Hubo un tiempo
en que el decir era de sangre
que se volcaba
sobre un paisaje de versos rojos.

Después amasé silencios.
Tanto que pasó a ser niebla muchas veces.
Hasta que optó por quedarse.

Casi todo se había perdido
y la mayor parte de ello
era yo.

3 comentarios:

  1. Qué interesante. Yo en el silencio. Muchos besos, sigo leyendo tus textos, a veces no encuentro qué decir, estoy yo, seguramente. La poesía sigo pensando que lo dice todo, pero dejo constancia de mi presencia, por si vale de algo.

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  2. ¿Que si vale de algo?...¿qué clase de pregunta es esa?...aparte de ti como persona, tengo tu blog que dice todo lo que no sé decir tan limpia y contundentemente como tú.

    Con toda mi admiración, Pilar: Gracias.

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  3. luzamarga!!! que me sonrojas... a ver si un día me dejas un texto para mi sección creativa ¿lo harías por la palabra que quieres limpia? Anda.
    Besos

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