Ha sonado el amanecer
como un niño abandonado.
He abierto la ventana
y ha entrado su pérdida
como un río en los ojos.
El vidrio del día
se resquebraja en su trayecto.
Una sacudida,
un viraje desesperado
hacia tu nombre
y el alma sin sujeciones
se pone a vivir como si fuera fácil.
Mucho mejor aún salir de la hibernación con tan buen espectáculo de depertar.
ResponderEliminarDream a little dream...
Cariños.