jueves, abril 26, 2007

Una tarde amarilla tumbada
sobre el asombro de tenerte.

La lentitud de tu mano
ahondándome,
vibrando en las columnas de mi alma.

Ver el tacto de la música
cuando te roce los ojos
mientras duermes.

Destilar lo que te vuela
por la sangre.

Robarte la saliva
para beberme tu palabra.

¿Pido demasiado?.
No me culpes.
Es muy desmemoriada esta lejanía.

7 comentarios:

  1. La culpa debe ser de quien se ausenta por omisión, nunca de quien habla y se desboca... incluso errando en su humilde humanidad.
    Una delicia de poema, como lo son todos.
    Besos

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  2. Usté si que es una delicia, oiga. Deliciosamente generoso conmigo, además.

    Muchos más besos.

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  3. una tarde amarilla tumbado sobre la ansiedad por encontrarte

    beso pues, ya sabe que sus letras son fff or midables

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  4. Hola, mi señor de las sombras. Celebro que vuelva a pasear sus ojos por este rincón de olvido.

    Gracias y muchos besos.

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  5. Cuéntame el secreto de esa inagotable fuente de vida y belleza poética. No dejas de asombrarme.

    Un beso muy fuerte.

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  6. Cocò, cuéntame tú esa belleza que reside en el fondo de tus ojos.

    Besos, muchos.

    Exacto, Pilar. Abrazote.

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