Se están quebrando las bóvedas
que guarecen las pérdidas.
Van a diseminarse por el simulacro del olvido
como fantasmas liberados de vida,
y de muerte.
Pronto todo será un resto desdeñado.
Les veo acercarse:
brillan como acero frío esos límites
que han encontrado un lugar en el horizonte.
Luego el horizante cambiará y no habrá o no verás restos de pérdidas, camufladas y entretenidas entre sus iguales. Que te pille atenta.
ResponderEliminarUn beso
Cambiará, cambiará, estoy segura, y atenta. ;)
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