jueves, noviembre 23, 2006


Con los sueños inundados
de tu savia oscura,
rompo la ceguera de la noche,
su cristal de memoria afilada.

Te tengo,
aprieto contra mí
toda la negrura de tus formas,
tu limo dulce de pintar mis senos.

El alba sola
se pierde mostrando
las máculas de ti en mis recuerdos.

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