lunes, octubre 30, 2006


Los relojes no tienen memoria.
Andan ávidos de tiempo
como si no conocieran los segundos.
Se creen corazones de sano latir acompasado,
pero sólo marcan el ritmo de morir a intervalos.

Esta esfera negra, docena de veces marcada
para no asignar dirección,
sólo giro perpetuo de espaldas al retraso.

Tengo una hora más tarde
para seguir aquí,
al sur abandonado del momento,
envejecida de ocaso.

2 comentarios:

  1. el tiempo es un vigia espeluznante... siempre pareciera que vamos retrasados, o demasiado adelantados hacia algun lugar

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  2. Usted conoce mejor que nadie mi manera de no estar nunca en el momento apropiado ni en el lugar adecuado..siempre

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