jueves, mayo 25, 2006

Salva

A mi hermana pequeña

Tu dolor es como el mío,
negro como tus pupilas,
igual de letal y de profundo.
Pero tú me miras
y surgen luciérnagas
salpicándome en lo oscuro.

Tu risa renueva mi boca
como volcán estrenado haciendo isla.
Sin ti soy una mueca congelada.

Tú, el imán que todo lo aglutinas:
sin ti todo me arruina y desperdiga.

Yo soy eterna agraz,
tú, vino clarividente para mi vida.

2 comentarios:

  1. Hola linda. Gracias por estar siempre. Más besos.

    Josean, sí que lo sabes, porque estoy segura de que tienes amigos/as a los que amas de verdad.
    La única diferencia es que un herman@ comparte contigo la misma madre; lo cual no es siempre garantía de empatía.
    Beso grande.

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  2. Sí, jose, muchas veces son mejores los amores de los amigos que los de los hermanos (doy fe)

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